Autores: Basco, Ana Inés ; Carballo, Marita.

Resumen ejecutivo:
En el marco de la plataforma Integrology: el futuro del trabajo y la integración regional en la era de los robots, que busca generar conocimiento de avanzada y proveer recursos y herramientas para comprender mejor cómo impacta el fenómeno de la automatización en la matriz productiva y el comercio, el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), del Sector de Integración y Comercio (INT) del BID, desarrolló el estudio “Compás Millennial: La generación Y en la era de la integración 4.0”. A partir de una investigación cuanti-cualitativa, exploramos acerca de la mirada internacional, los hábitos de consumo tecnológico, la educación, las expectativas y la situación laboral de los jóvenes argentinos, quienes en el corto y mediano plazo se verán más afectados, positiva o negativamente, por la cuarta Revolución Industrial. Ellos, más que nadie, deben prepararse para los cambios que vendrán: son la generación que nació en la era digital y que llega a la adultez en pleno auge de la robotización, la impresión 3D y 4D, la inteligencia artificial y la hiper-conectividad.
Los resultados de esta investigación indican que los Millennial argentinos se insertan de manera cautelosa en las transformaciones que plantea la Revolución 4.0, a excepción de un grupo de jóvenes pertenecientes al sector socioeconómico más alto, que habitan en la Ciudad de Buenos Aires, conformado en su mayoría por hombres de menor edad.
A continuación, se sintetizan sus principales hallazgos:
- Apoyo a la integración latinoamericana con matices sociales: El 64% de los jóvenes desea fomentar la integración comercial con América Latina, sin importar su ideología. Sin embargo, son cautelosos respecto a la inmigración y la importación, priorizando la protección del empleo local.
- Alta conectividad pero bajo uso productivo de la tecnología: Aunque el 93% tiene acceso a internet vía celular, solo el 54% utiliza la tecnología en su trabajo. Predomina su uso para entretenimiento y socialización, y no tanto para educación, formación o e-commerce.
- Persistencia de la brecha digital: Si bien el 84% declara tener conocimientos tecnológicos, existen fuertes diferencias según nivel socioeconómico. Un 22% de los jóvenes no estudia ni trabaja, y este grupo tiene menor acceso y vínculo con la tecnología.
- Desconfianza ante el cambio exponencial y las instituciones: Solo un 25% está dispuesto a adoptar tecnologías disruptivas (robots, telemedicina, carne artificial). También se expresa escepticismo frente al impacto de la automatización en el empleo, y una elevada desconfianza en las instituciones políticas (65%).
- Optimismo personal y espíritu emprendedor: El 70% cree que tendrá una vida mejor que la de sus padres. La mitad considera posible tener su propio emprendimiento, especialmente en sectores socioeconómicos altos.
- Valoración de la educación tradicional por sobre las habilidades tecnológicas: El 51% valora más la educación formal que el manejo de nuevas tecnologías. Solo un 20% cree que lo tecnológico es más importante.
- Tecnología internalizada, pero con limitaciones: Los Millennials utilizan intensamente redes sociales y teléfonos móviles, pero aún prefieren relaciones cara a cara, consumen información principalmente por TV (79%) y muestran desconfianza hacia el entorno digital.
- Bajo nivel de adopción de hábitos tecnológicos en la vida diaria: Por ejemplo, solo un 16% pagaría cuentas por Internet, un 10% usa tarjetas de crédito, y solo un 17% aceptaría comer carne artificial.
- Objetivos tradicionales y valores familiares fuertes: Las principales metas son tener una buena vida familiar (51%), hijos (51%) y éxito laboral (45%). También crece el interés en el desarrollo personal (35%).
- Alta conciencia y rechazo a la corrupción, pero con matices: El 80% afirma que denunciaría hechos de corrupción, aunque un 34% los toleraría si ayudan a resolver problemas del país.